LA RETIRADA DE LAGUNA
MEMÓRIA DE 150 AÑOS 1867 - 2017
Visión del Paraguay
Visión del Paraguay
LA INVASIÓN DEL NORTE
Este artículo es una versión Histórica de “Retirada de
Laguna”, hecha por el Fuerzas Brasileña al comando del Coronel Camisón, pero,
narrado por el Periodico paraguayo "El Semanario" de las acciones del
Ejército de la República del Paraguay, perseguido la Columna Brasileña, de la “Invernada
Laguna hasta Nioac, meses de mayo y junio
de 1867, con la denominación “La
Invasión del Norte”
Me quedo con el conocimiento de la historia.
Nota de
Alfredo E. Taunay
Artículo publicado en la edición francesa de 1891, por
Alfredo E. Taunay.
Fiel transcripción excepto las notas y ajustar el
español.
La Referencias bibliográficas es en final del texto.
“Nous devons
à l'amitié de notre infortuné compagnon d'armes Marques da Cruz ce numéro du
journal paraguéen El Semanario de l'Assomption, trouvé par lui, à Curupaïty, en
mai 1868, peu de temps avant sa mort, et qui est pour nous, comme témoignage
contradictoire, d'une très grande valeur. Ce miroir, fidèle quant à la suite
des faits autant que mensonger dans leur appréciation, fait bien voir
l'exactitude de notre récit et la nature terrible des périls où s'est trouvée
la colonne brésilienne”. (francês)
Nós precisamos da amizade do nosso infeliz companheiro Marques da Cruz nesta
edição do jornal paraguaio El Semanario de Assunção, encontrado por ele em
Curupaiti maio 1868, pouco antes de sua morte, e que para nós como testemunho
contraditório de grande valor. Este espelho, fiel como resultado dos fatos,
tanto quanto o encontro em sua avaliação, é ver a precisão da nossa história e
da natureza terrível do perigo em que se encontrava a coluna brasileira.
(português)
Necesitamos la amistad
de nuestro infeliz compañero Marques da Cruz esta edición del periódico El
Semanario paraguayo de Asunción, encontrado por él en Curupaiti de mayo de
1868, poco antes de su muerte, y para nosotros testimonio contradictorio de
gran valor. Este espejo, fiel como consecuencia de los hechos, en cuanto a la
reunión en su evaluación, es ver la exactitud de nuestra historia y la terrible
naturaleza del peligro en el que estaba en la columna brasileña. (espñol)
ASUNCION
SABADO 13 DE JULIO DE
1867. NUMERO 690.
______________________________________________________________
El SEMANARIO
DE
AVISOS E CONOCIMIENTOS
UTILES
__________________________________________________________________
Año XV. Quarta época.
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LA
INVASIÓN DEL NORTE
La presente guerra es un
tejido de gloriosas coronas que formara el más precioso monumento nacional, en
los anales de su historia. Donde quiera que los hermosos colores de la
República flamean ante el trapo de los conquistadores, el triunfo es el séquito
que lleva como el símbolo de la justicia y de los buenos principios.
Cuando la ofensa inferida
a la nación nos obligó a la guerra que llego a ser el único desagravio que
podía alcanzar nuestro honor ofendido, nos dirijimos a Matto Grosso,
donde los imperiales habían acumulado formidables elementos de guerra. Que
sucedió entonces? Coimbra fue el único punto que
ha hecho frente
a nuestras armas por dos días, para que pudiera revelarse allí por la primera
vez el temple del soldado paraguayo, que iba a luchar por la libertad
americana, y la cobardía del enemigo que huyo entonces, como huye
constantemente a la sola vista de nuestros guerreros.
Despejado aquel terreno, nuestras
armas corrían hacía el E. y S. donde el enemigo no osó hacernos frente como en
Matto Grosso. El tricolor nacional domina entonces de Corumbá a Goya[1], de Miranda
a Uruguaiana.
[1] Ocupação da Vila de Corumbá no extremo Oeste à Goiás no extremo Leste da então Província de Mato Grosso. Da Povoação da Vila de Miranda a Uruguaiana no Rio Grande do Sul.
La traición de Estigarribia fue uno
de aquellos accidentes dolorosos de la guerra; pero allí mismo el enemigo cargo
todo el baldón de aquel acto, por que no teniendo la resolución de vencer con
las armas, tuvo el cinismo de comerciar con las intrigas y el oro.
No es necesario recordar las glorias
que hemos recogido en nuestro territorio, pues esos recuerdos palpitantes son
los que levantan nuestra frente con orgullo, los que agitan nuestro corazón de
entusiasmo, y nos prestan la fe en el favorable resultado final de la lucha.
El enemigo agobiado bajo el peso de
las derrotas, y de toda la clase de calamidades, vegeta tristemente en el lugar
que le hemos designado, perdiendo toda esperanza de avanzar con ventaja por
esta parte en protección de sus fines.
Pero no por esos infames han depuesto sus pretensiones, y
por do quiera buscan los medios de echarnos al cuello la acoyunta del esclavo.
Creyendo que nuestra atención y
nuestras fuerzas estaban concentradas en Paso Pucú, pensaron dar un golpe
estratégico atacándonos por el Norte, alla donde nuestras legiones habían hecho
ya sentir a los cobardes negros del imperio el poder de los que enarbolan la
bandera tricolor de la República.
Más de tres mil hombres
de las tres armas se precipitaron sobre nuestro territorio con la consigna de
apoderarse de la Villa de Conception, y establecer la linea divisoria entre el Imperio
y el Paraguay por
el Ypané, y el Jejuy, quizá. El
coronel[2]
Francisco Antonio Dacosta Camisón era el Jefe de la columna que venia a
ejecutar las ordenes imperiales; acompañábale un gran tren, y considerable
numero de mujeres, con que decía venir a repoblar Concepción, y todos sus
movimientos, y aparatos estaban explicando que se encaminaba a cosa hecha, y
que nadie le disputaría la posesión de las nuevas tierras que venia a ocupar en
nombre de su soberano.
[2] NE – Nota de rodapé em francês, como pode ser visto, o nome do coronel Camisão é alterada neste relatório. Carlos de Moraes Camisão.
Pero, los cálculos militares y
políticos concebidos en el Gabinete del Imperio, y de que se prometía
resultados de grandes consecuencias, fueron desbaratados del modo más cumplido
y ignominioso en el campo de la acción por la alta previsión y acertadas
disposiciones del mariscal Lopez y el valor marcial de los intrépidos soldados
que vigilan aquella frontera.
No hemos tenido aun una campaña tan
corta, fácil y tan gloriosa como la que acaban de hacer nuestros bravos en el
Norte, aniquilando, con una serie de triunfos, la columna conquistadora que ha
llevado el estupendo castigo que merecía su audaz atentado.
Los pormenores de esta campaña es la
apología de la disciplina, y valor paraguayos, y la completá nulidad, y
cobardía del enemigo en la guerra; es una página importante y gloriosa en la
historia de la presente lucha, y explica el robusto apoyo que el hecho del
Norte presta a la Victoria final sobre el enemigo.
Vamos a exponer brevemente a nuestros
lectores.
El enemigo con cuatro batallones de
infantería, un regimento de caballería, cuatro piezas de canon, y muchos indios
Mbayas, sus aliados, todo en numero como se ha dicho de más de tres mil hombres,
invadieron nuestro territorio, y pasaron el Apa en el paso de Bella Vista el 28
de abril.
Nuestra fuerza al mando del mayor
Urbieta se hacia perseguir del enemigo con el objeto de concentrarlo todo lo
posible, para hacer más certero el golpe que
le preparaba. Camisón avanzó a hasta el Arroyo Primero siete leguas del Apa;
pero la mañana del siete de mayo, su descubierta llego divisa el regimiento N.
21 de caballería, que al mando del decidido mayor ciudadano Blaz Montiel había
llegado en protección el día anterior. La descubierta fue sacudida por algunos
tiros de canon y fusilería, y volvió a incorporarse a la columna.
Sin más
precédente que esto, el enemigo se detuvo, y ya al día siguiente se disponía a emprender
la fuga, volviendo sobre sus pasos.
Estaba claro, ellos venían a
posesionarse tranquilamente de nuestras poblaciones, no contaban con ninguna
oposición, porque creían indefensas nuestras fronteras, y por eso la vista de
nuestros bizarros defensores les bastó, para emprender el camino del cobarde.
Entonces, el denodado capitán
ciudadano Crescencio Medina con un escuadrón del regimiento N. 3, y una mitad
de la compañía de cazadores del batallón N. 18, al mando del teniente Sollo
Almada se había adelantado, y se encontraba en el camino que debía llevar el
enemigo.
Era el día ocho de mayo[3]; este
marchaba en columnas compactas formando cuadro, dentro del cual llevaba su
abasto, pertrechos y demás bagajes. El capitán Medina ocultó su infantería, y
él con su escuadrón se colocó de manera a caer sobre la columna a la primera
descarga de la infantería.
[3] Para a historiografia brasileira da Retirada da Laguna o dia 8 de maio de 1867 é o começo da marcha em retirada da Invernada da Laguna, no Paraguai.
Era un acto atrevido de especial
arrojo, pero que podía traer consecuencias muy favorables, como realmente
sucedió.
El enemigo emprendía su fuga descuidado,
y muy lejos de pensar que nuestras fuerzas se encontrasen ya a su paso, así fue
que la descarga de la infantería hecha a boca de jarro, y la inmediata
arremetida de la caballería le sorprendió completamente, y la lanza y la
bayoneta se empaparon en la sangre de los invasores, que se pusieron en
dispersión, cubriendo el campo con sus cadáveres.
Como dos batallones de una de las
alas tuvo lugar de reunirse, y formar cuadro, el alférez Alejos Torres con una
guerrilla cargo el cuadro que encontré todavía descubierto un costado por donde
entré y lo dispersé completamente. Se calcula al enemigo una pérdida de 200
hombres en esta acción, mientras de nuestra parte no alcancé a 16. El castigo
fue terrible, y las proezas de nuestros bravos son dignas de toda ponderación,
pues ha vencido allí a un enemigo infinitamente superior en numero y elementos.
El 10 de mayo se encontraba otra vez
repasando el Apa por el mismo paso que, encontrando a nado tuvo que hacer una
puente para su pasaje; pero el activo y denodado capitán Medina que había
engrosado sus fuerzas con el regimento N. 21 y una compañia de infantería de
Concepción, al mando del teniente Zarate y alférez Roa, se encontraba otra vez
ya en su camino; mientras que el resto de las fuerzas guardaban sus espaldas.
El enemigo marchaba en el mismo
orden, y buscaba el lugar llamado Machorra, cuando de repente cayó sobre él,
con el ímpetu de la carga que sabedor nuestra caballería, la fuerza que llevaba
a su cabeza el capitán Medina. La infantería enemiga no tuvo tiempo de hacer
sino una descarga, cuando nuestra cabellera había envuelto el cuadro, y hacia
la mas grande carnicería a sable y lanza; el enemigo que no pude resistir en el
Arroyo Primero fue incapaz de hacerlo aquí acometido por mas fuerzas, y así se
dispersaron sus soldados como ovejas acosadas por los lobos.
El objeto de esta carga era dar un
otro golpe al enemigo y quitarle el resto del ganado que le quedaba, para
desnudarlo de todo recurso. Esto fue llenado satisfactoriamente, por que
después de la gran mortandad, nuestros soldados le arrebataron cerca de 300
reces, cargueros y bueyes y mulas, y no le quedaron sino los bueyes que estaban
uncidos a sus carros[4].
Esta jornada fue espléndida para
nuestras armas y muy gloriosa para los bravos soldados que en ella recogieron
la palma del triunfo.
La caballería se ha portado
brillantemente y la infantería con el denuedo que le es propio. Han habido
interesantes episodios del heroico valor de nuestros soldados, que la premura
de la narración nos hace desistir de consignar aquí.
Sin embargo no podemos dejar de hacer
especial mérito de la bravura del soldado de caballería Leonardo Ayala, del
regimiento N. 21 vecino de San Ignacio, que en el ímpetu de la carga se dirigió
resueltamente sobre un canon para tomarlo y ya había conseguido enlazarlo,
cuando cayó gloriosamente en su empeño; pero dejá su nombre a la posteridad, y
su ejemplo a sus compañeros de armas.
Sigamos ahora los pasos del
descalabrado ejército, así como hicieron nuestros valientes para completar su
desastre.
Aliviaron más sus bagajes
quemándolos, y continuaron su camino tomando la dirección de Nioac; pero ya
bajo la guardia de nuestra caballería que a vanguardia, retaguardia, y costados
les cerraban, quitándoles todo recurso y esperanza de salvación.
Arrebatándoles sus provisiones de
boca no les quedaba sino los bueyes de sus carros; aceleraron su fuga; pero
nuestros soldados cuando querían detenerlos prendían fuego a los pajonales que
se encontraban en su camino[5].
Cada día que pasaba, la mortandad se
aumentaba en sus filas dejando 16, 20 y 30 muertos en los lugares que
acampaban; registrábase al principio en casi todos los cadáveres las huellas
del sable de los días ocho y diez, pero bien pronto acosados del hambre fueron
victimas de él.
Nuestra caballería, retirando todo
recurso y cerrándoles siempre por todas partes, hacia acrecentar en ellos el
padecimiento del hambre, y tuvo que recurrir a las tunas, a la raíz y corazón
de los árboles[6],
y hasta comieron perros para alimento.
[6] Episódios conhecido pelos palmitos encontrados pelo Guia Lopes.
Y para el colmo del desastre, Dios
había reservado a esos infames para espiar su crimen un castigo aun mayor. El
cólera[7], esa
terrible peste que había asomado hasta poblaciones de los aliados, y arruinado
el ejército enemigo del S., apareció entre ellos con todos sus horrores,
haciendo el más espantoso estrago.
Expiación justa que la providencia ha
descargado sobre la cabeza de los infames que han venido a querer esclavizar a
un país cristiano y libre!
Al principio enterraban sus
cadáveres; pero después ya no pudieron hacerlo por su mucho numero, abandonaban
sus muertos[8],
entre los que se encontraron muchos oficiales y mujeres.
La mortandad fue acrecentando de día
en día en sus filas, sin embargo marchaba constantemente, siempre conducido por
nuestra caballería que formaba un circulo de hierro a su derredor.
El enemigo que en todo su vigor y
fuerza había sido impotente para competir con nuestros soldados, enfermo y
débil no tuvo la resolución de hacer la más mínima tentativa de ataque.
Siguió su destino, vencido, y
resignado a la merced de nuestras armas.
Nuestros soldados clamaban por llevar
sobre aquellos restos un ataque, seguros de encontrar una Victoria barata; sus
jefes no les permitieron; no era necesario, iba a derramarse inútilmente la
sangre, y cuando se puede vencer al enemigo sin ella, es mas glorioso, y mas
conforme con la humanidad que siempre hemos tenido en cuanto es compatible con
la guerra.
El resto de la columna seguía
adelante, dejando gran numero de desertores y cadáveres. Llegué sobre las orillas
del Mbotetey[9]
que encontré a nado, y tuvo que permanecer allí cinco días.
Aquí fue donde la epidemia hizo en
sus filas los estragos más grandes, y aquí fue también donde el jefe de la
expedición Camisón[10] murió,
siguiéndole en el sepulcro su segundo, el teniente coronel Galvão[11]. El mayor
José Tomas quedó entonces a la cabeza de las fuerzas que pasaron el Mbotetey, y
siguieron el rumbo de las cordilleras[12].
[10] O Falecimento do Comandante das Forças Expedicionárias que atuaram em Operações no Sul da Província de Mato Grosso.
[11] NE – Nota da versão francesa, não é o tenente Galvão que morreu lá, mas o segundo comandante o tenente-coronel Juvêncio. “Comme on l'a vu, ce n'est pas le lieutenant Galvão qui y est mort, mais bien le second commandant lieutenant-colonel Juvencio”.
[12] Compreende a extensão da Serra de Maracaju, na região de Aquidauana
Allí quedaron cientos de cadáveres, y
hasta moribundos, armamentos de todas clases, carros, etc. Cada dia se
aumentaba entre ellos el hambre y la peste; pero marchaban adelante. Nuestra
caballería los pastoreaba día y noche. Entraron nuestros soldados en Nioac, que
estaba completamente evacuado, y sacaron de allí gran numero de fusiles,
fardamento, pólvora y provisiones de boca[13].
Pasaron adelante, y siempre
molestando al enemigo, lo llevaron hasta librarlos, el día cuatro de junio,
otro lado del Aquidabã[14]. Estaba
reducida entonces la columna enemiga a menos de quinientos hombres; pero eran
cadáveres ambulantes, reducidos al estado mas calamitoso y desespérante.
[14] NE – Conforme a rede hidrográfica, o rio Aquidabã, está localizado no Paraguai, região de Cerro Corá, onde se efetuou a morte do comandante deste país, Francisco Solano Lopez. O Rio Brasileiro, onde foi realizado o desfecho das tropas brasileira em conclusão a esta epopeia Retirada da Laguna, chama-se Aquidauana.
Nunca un ejército había sufrido
desastre tan terrible, y espiacion más justa. Sus padecimientos han sido
inmensos, su camino esta trazado por sus cadáveres. Hasta 800 victimas se han
contado muertos solamente de la peste.
Dios ha auxiliado nuestras armas,
para confundir a los osados que quieren exterminarnos.
El ejército quiere exterminar nuestra
patria, el ejército enemigo del Norte ha sido desecho. Se le han tomado 38
carretas con provisiones y municiones, armas y ropas en cantidad, ganados y
mulas.
El regimiento N. 21 que siempre se ha
distinguido por el ímpetu en sus cargas, ha sobresalido blandiendo esta vez sus
armas sobre la cabeza de los invasores del Norte, y digno es de notarse que
siendo uno de los regimientos que más ha peleado es el que menos ha sufrido.
Esto advierte, que la impetuosidad de
la carga sobre el enemigo es una inmensa ventaja, que deben no olvidar nuestros
valientes del ejército. Pero al recomendar el regimento N. 21, debemos colocar
en la misma escala al regimento N. 3, la infantería de Concepción, la compañia
de cazadores del batallón N. 12, que son los que mas han trabajado en esta laboriosa campaña.
El ejército que venia a apoderarse de
nuestras poblaciones, esclavizar nuestras familias, y trazar su línea
divisoria, despedazando nuestro país, ha sucumbido a la aparición de la falange
Paraguaya del Norte. Ella pude decir, como César; Llegué, vi, vencí.
El desastre de ese ejército
repercutirá como un golpe terrible sobre el ambicioso Emperador, que ve desecha
una de sus más grandes esperanzas, y le llevará una convicción más de que sus
esclavos jamás conquistaran la tierra de los libres.
Estamos pues de felicitaciones por el
importante suceso que acaba de alcanzar el esfuerzo de nuestro brazo; es una
venganza terrible que debe horrorizar al invasor y echar por tierra su espíritu
abatido.
Felicitamos ardientemente a la patria
por la nueva gloria, y al Jefe Supremo de la República, cuya previsión y tino
guerrero han arrancado del enemigo tan valioso
laurel. Felicitamos a la denodada columna del Norte. Castigo y terror
del cobarde invasor.
Nota:
Artigo publicado na
Edição Francesa de 1891, por Alfredo E. Taunay.
Transcrição fiel,
exceto nota de Rodapé e ajuste ao espanhol.
LA
RETRAITE DE LAGUNA
ÉPISODE DE LA GUERRE
DU PARAGUAY
PAR
A.
D'ESCRAGNOLLE-TAUNAY
VICOMTE DE TAUNAY
OFFICIER SUPÉRIEUR DEMISSIONNAIRE DE I.'ARMEE BRÉSILIENNE
ANCIEN SÉNATEUR DE
L'EMPIRE DU BRÉSIL, ETC.
PRÉFACES DE MM. E.
AIMÉ ET XAVIER RAYMOND
______________
TROISIEME ÉDITION
PARIS
L I B R A I R I E P L O N
E. PLON, NOURRIT ET. Cia, IMPRIMEURS-ÉDITEURS
10 , BUE G A R A N C l à l lK
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1891
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